La Carmina Burana de Wainrot, con un vestuario de lujo
La impactante pieza que el Teatro del Bicentenario estrena el 21 de octubre, tiene varios aspectos que la hacen única, entre ellos, el vestuario de Carlos Gallardo.
Cuando quedan pocos días para que el Ministerio de Turismo y Cultura, a través del Teatro del Bicentenario presente la reposición de «Carmina Burana» del prestigioso maestro Mauricio Wainrot, los días 21, 22 y 23 de octubre, todas las áreas se alistan para el gran estreno.
Así, el área de sastrería realizó la primera prueba de vestuario a los bailarines, y se hicieron los mínimos ajustes a los trajes que llevan la firma del destacado Carlos Gallardo-también creador de la escenografía de la pieza-, reconocido artista plástico, diseñador de vestuarios y diseñador gráfico.
Gallardo tuvo una extensa colaboración con Mauricio Wainrot durante la cual llevaron adelante la instalación de escena y vestuario de más de 40 obras entre las que se destacan además de «Carmina Burana», «Un Tranvía Llamado Deseo», «Anne Frank», «Medea», «La Consagración de la Primavera», «Las 8 estaciones», ‘El Mesías» y “Carmen” que fueron interpretadas por compañías como Royal Ballet de Flanders, Bélgica, The English National Ballet, Balleto del Teatro de San Carlo de Nápoles, Bat dor Dance Company of Israel, Ballet del Teatro Colón, Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, el Ballet Nacional SODRE, entre otros.
Gallardo fue director de Arte del Teatro San Martín, en el 2007 participó en la Bienal del Fin del Mundo en Ushuaia. Ese mismo año obtuvo el Premio Benois de la Danse en Moscú, por la escenografía y vestuario de «La Tempestad» de M.Wainrot. Falleció el 21 de diciembre de 2008 y en 2012 el Premio Konex le otorgó el Diploma al mérito.
Carmina Burana en el TB
Presenta cinco escenas, y comienza y termina de manera cíclica: Fortuna, Primo Vere, In Taberna, Cour D’Amours y Fortuna. Para cada una, los intérpretes cambian de vestuario, destacándose las características faldas que son una insignia de esta puesta de Wainrot. Realizadas en shantug de seda en tonos rojizos para las bailarinas y tonos azulados, violetas, verdes, para los intérpretes masculinos, las coloridas prendas abren y cierran la pieza.